Los oligoelementos y las enfermedades asociadas a ellos (2º Parte)





Continuamos con el resto de los oligoelementos indispensables para nuestro correcto funcionamiento

Cobre:
Este participa en la formación de la hemoglobina, y es fundamental para el desarrollo y mantenimiento de huesos, tendones, tejido conectivo y el sistema vascular. El cobre esta presente en el hígado, riñón, mollejas y otras vísceras, en carnes, cereales integrales, frutas secas y legumbres.

Es raro ver excesos de cobre, pero estos pueden producir hepatitis, mal funcionamiento de riñones y desórdenes neurológicos. Una dificultad metabólica determinada genéticamente que se caracteriza por aumentar los depósitos de cobre en hígado y cerebro es la enfermedad de Wilson.

La carencia de cobre en el organismo es igualmente anormal en personas que llevan una alimentación normal. Sin embargo las formas en que se puede manifestar la ausencia de cobre en el organismo es por anemias moderadas a severas, edemas, desmineralización ósea, detención del crecimiento, anorexia y vulnerabilidad a infecciones.

Ante carencias de cobre en el organismo, su presencia disminuye en el cerebro, huesos, tejidos conjuntivos y médula ósea pero no en el hígado.

Colbalto:
Es un componente fundamental de la la vitamina B12 y su única función es colaborar en la producción de glóbulos rojos y formación de mielina. Se encuentra el carnes, huevos y productos lácteos. Su exceso en el organismo ocasiona un aumento de glóbulos rojos con mucha hemoglobina, policitemia (opuesto a la anemia) Su defecto se atribuye a la ausencia de vitamina B12 y se refleja en anemias, problemas neurológicos y falta de crecimiento. Se debe tener en cuenta al grupo de los vegetarianos ya que este micromineral no se encuentra en ningún vegetal o fruta.

Manganeso:
Se sabe que este micromineral es necesario para el crecimiento de los recién nacidos, esta relacionado con la formación de los huesos, el desarrollo de tejidos y la coagulación de la sangre, con las funciones de la insulina, la síntesis del colesterol y como activador de varias enzimas.
El manganeso se encuentra en frutos secas, granos integrales, las semillas de girasol y de sésamo, la yema de huevo, legumbres y verduras de hojas verdes. La leche materna decrece la concentración de manganeso paulatinamente.

El exceso de manganeso por alimentación no ha demostrado tener efectos adversos, en cambio sí se producen problemas pulmonares cuando se respira polvo de manganeso, particularmente en los lugares de extracción. La carencia de manganeso en el organismo puede generar lento crecimiento de uñas y cabellos, despigmentación del pelo, mala formación de huesos y puede disminuir la tolerancia a la glucosa o capacidad de eliminar excesos de azúcar en sangre.

Yodo:
Este micromineral interviene en el crecimiento mental y físico, el funcionamiento de tejidos nerviosos y musculares, el sistema circulatorio y el metabolismo de otros nutrientes. Las fuentes de este alimento se cubren con la alimentación, y puede encontrarse en la sal, algas, productos de mar y vegetales que crezcan en suelos ricos en este mineral. Este mineral se utiliza para el tratamiento del crecimiento anormal del tamaño de la glándula tiroidea ubicada en la base del cuello (dolencia generalmente de factor genético).

Los excesos de yodo pueden interferir negativamente en la glándula tiroidea, ocasionando su mal funcionamiento y por tanto su administración externa a la comida es peligrosa. La deficiencia de yodo es la causa principal de daño cerebral y retraso mental, pero es sumamente raro en la sociedad actual.

Niquel:
Es indispensable para el funcionamiento del páncreas y especialmente útil en casos de diabetes. No se ha señalado ningún caso de intoxicación humana atribuyente a la contaminación de los alimentos por este metal. La intoxicación por níquel da lugar a neumonitis y eczemas.,experimentalmente produce cáncer de pulmón. En su defecto hay un aumento de la cantidad de fosfolípidos hepáticos. Hay, además, un aumento de la mortalidad fetal y una disminución de la actividad física.

Fluor:
El flúor es, químicamente, un no metal, halógeno que a temperatura ambiente se encuentra en estado gaseoso. Es el elemento más electronegativo de la tabla periódica, es decir que siempre se asocia a otras sustancias para formar distintos compuestos. Es raro encontrarlo en forma pura en la naturaleza. Se encuentra en diferentes minerales (fluorita, criolita, fluorapatita), en el agua de mar y en la atmósfera, en la vegetación, en diferentes alimentos y bebidas.

Es un componente importante del organismo humano y animal, especialmente asociado a tejidos calcificados (huesos y dientes) por su gran afinidad con el calcio. Es bien conocido por su habilidad para inhibir la iniciación y progresión de la caries dental como así también su habilidad para estimular la formación ósea. Mayormente el fluoruro ingerido se absorbe a nivel del tracto gastrointestinal por simple difusión de la pared gastrointestinal (estómago e intestino delgado) aunque también a través de los pulmones debido a que el fluoruro que se encuentra en la atmósfera. Una vez que fue absorbido pasara a la circulación sanguínea desde donde será transportado y distribuido a todo el organismo, especialmente en tejidos calcificados como huesos y dientes. Se elimina principalmente a través de los riñones y en menor medida a través de sudor, heces, saliva. En el caso de mujeres también a través de la leche materna. Protege a los dientes ante las caries e interviene en la maduración de dientes primarios (dientes de leche).

Moblideno:
Al igual que el flúor ayuda a prevenir las caries. Es indispensable en el metabolismo del hierro. Por un lado, a nivel intestinal favorece su absorción. También moviliza el hierro a partir de las reservas que hay en el hígado y favorece la formación de glóbulos rojos. Así pues puede ser recomendable en algunas anemias. Su déficit podría favorecer algunas disfunciones sexuales masculinas, como, por ejemplo, la impotencia. El Molibdeno participa en la estructura de enzimas como la xantina oxidasa y la aldehíido oxidasa que intervienen en el proceso de desintoxicación de compuestos nitrosados. Favorece un crecimiento y desarrollo normal.
Los casos de toxicidad no son muy frecuentes, habiéndose descrito plantas crecidas en zonas de minas con hasta 200 mg /kg materia seca en hoja sin síntomas de toxicidad. Pueden surgir casos de toxicidad en el ganado por ingerir forrajes con alto contenido en este elemento. En estos casos se producen trastornos intestinales. La corrección de suelos con exceso en este elemento es siempre más difícil que la corrección de las carencias. No induce formas específicas en las hojas, sino que frena su desarrollo en la fase embrionaria.

Vanadio:
El vanadio es uno micromineral o elemento trazo (necesario en pequeñas cantidades en el organismo para desempeñar sus funciones). Como fuentes naturales de vanadio pueden ser citados granos, cereales, carne bovina, peces, aves, pimienta-del-reino, mariscos, setas, perejil. entre otros. Como suplemento, puede ser encontrado en la forma de comprimidos revestidos y grageas en la forma de sal, generalmente asociado a otros minerales y o vitaminas.  Se lo puede encontrar, además, en el perejil, semillas de eneldo, pimienta negra, champiñones, frutas verdes, verduras.

Estimula la mineralización de huesos y dientes, previene la formación de caries, contribuye al metabolismo del hierr0 y estimula el metabolismo de la glucosa. Su carencia produce malformaciones óseas. Su exceso (más de 10 mg/día) produce neurotoxicidad, hemorragias, nefrotoxicidad, retardo del crecimiento, pérdida del apetito, trastornos maníaco depresivos y la muerte.

Estaño:
Es importante para muchas funciones bio-eléctricas y para el crecimiento capilar. Mejora el funcionamiento del sistema inmunológico y de los reflejos. Los enlaces orgánicos de estaño son las formas más peligrosas del estaño para el ser humano. A pesar del daño que provoca, es utilizado en gran cantidad de industrias, en la preparación de pinturas, plásticos o pesticidas.

Silicio:
Es un mineral muy común en el universo entero y otorga dureza y flexibilidad a muchas plantas. Se lo encuentra en cereales integrales, tubérculos, hortalizas y ayuda a la síntesis del colágeno y formación del tejido cartilaginoso y óseo. Su exceso produce cálculos renales.
Fortalece los dientes, uñas y el cabello, recupera la elasticidad de la piel. A nivel externo se puede aplicar en quemaduras, llagas y heridas que cicatrizan mal. También se fabrican cremas que ayudan a calmar el dolor y la inflación. Ayuda en muchas enfermedades cardiovasculares ya que mantiene elásticas las paredes de las arterias. La hipertensión y la arteriosclerosis son algunos casos en los que el Silicio orgánico puede ayudar. Tomado calma mucho la acidez de estómago así como también alivia las úlceras. Ayuda a remineralizarnos. Osteoporosis, fracturas óseas, épocas de crecimiento, artrosis, reumatismos, artritis y la mayoría de enfermedades que afectan a huesos, tendones, cartílagos y articulaciones y que cursan con dolor o inflamación pueden beneficiarse de las propiedades del Silicio orgánico.

El Silicio orgánico es uno de los minerales que primero perdemos (y en mayor cantidad) cuando hay enfermedades o fases de desmineralización. La edad, la disminución de estrógenos (especialmente en la menopausia), la extracción de los ovarios, tiroides o de las adrenales puede acelerar la pérdida de Silicio orgánico.

Estroncio:
El estroncio es un micronutriente esencial, promueve el crecimiento y el desarrollo del hueso. Por largo tiempo ha sido foco de atención en las personas sólo relatividad entre el desarrollo de los huesos el VD (valor diario) y el calcio, pero se ha descuidado la importancia de estroncio. Los últimos datos de la investigación muestra que: la falta en el cuerpo de estroncio en humanos puede conducir a trastornos metabólicos, y causar debilidad física, sudor y retraso del crecimiento esquelético, incluso dando lugar a consecuencias graves como la osteoporosis.

La investigación concluye que en niños la ingesta insuficiente de cereales secundarios y hortalizas en combinación con la comida, y el suministro y a ciegas de suplementos de calcio, fueron las principales causas de la deficiencia de estroncio. Para evitar la falta de estroncio, los niños deben prestar atención a los granos y especialmente la carne y verduras,y tomar suplementos de calcio y productos lácteos bajo la dirección de un médico.

Boro:
El Boro existe comúnmente en frutas y verduras, es uno de los micronutrientes que sirven para mantener la salud del hueso y el metabolismo del calcio, fósforo y magnesio. La falta de boro aumenta la falta de vitamina C, por el otro lado, el boro también ayuda a mejorar la secreción de testosterona, fortalecer los músculos, ya que es un nutriente esencial para los atletas. El boro también mejora la función cerebral y mejora la capacidad de reacción. Aunque la mayoría de personas no tienen falta de boro, es necesario que las personas mayores tomen la cantidad adecuada de boro.

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