Oligoelementos y enfermedades que se asocian con ellos (1ª Parte)


 
Los oligoelementos son bioelementos que forman parte de los seres vivos y tanto su defectos como su exceso ocasionan serios y graves problemas de salud.

Cromo:
Es llamado el oligoelemento contra la obesidad y el estimulante de la longevidad.  Lo utilizamos en los estados de envejecimiento prematuro, la diabetes, los estados de hipoglucemia y en los deportistas para favorecer su rendimiento muscular. Favorece la cicatrización y disminuye la grasa corporal.

Germanio:
Es útil en el envejecimiento prematuro, los estados de desvitalización general, el síndrome de fatiga crónica y la impotencia. Dado que su eliminación ocurre a través del riñón, debe tenerse especial cuidado en las personas que tienen alterada la función de éste órgano.

Litio:

Es otro de los oligoelementos que usamos con gran regularidad por sus efectos benéficos sobre los estados depresivos o maníaco-depresivos; en la hiperemotividad, en las personas ansiosas, en el insomnio de origen ansioso, en las personas irritables y en las personas con epilepsia o con diabetes.

Azufre:
Es de gran utilidad en las personas con acné, en el asma, en los eczemas crónicos, en el estreñimiento, en las enfermedades del hígado y de la vesícula biliar y los episodios de urticaria.

Calcio:
Compone el esqueleto humano soportando el cuerpo y originando las contracciones musculares y ayuda a mantener el ritmo cardíaco, apoya el impulso nervioso, la coagulación sanguínea y la permeabilidad de las membranas celulares. Los alimentos con mayor contenido de calcio son los productos lácteos, los frutos secos, las sardinas y las anchoas; ya en menor proporción en legumbres y vegetales verdes oscuros (espinaca, acelga, brócoli). El exceso de calcio en la sangre a menudo no causa problemas de salud. Pero con el tiempo, algunas de las causas del exceso de calcio en la sangre pueden resultar en osteoporosis (debilitamiento de los huesos) y cálculos del riñón. Un nivel muy alto de calcio en la sangre puede causar problemas más serios, como fallas renales, ritmo cardiaco anormal, confusión mental e incluso llevar a un coma.

Su carencia se denomina hipocalcemia, y se puede producir déficit de Vitamina D , insuficiencia renal crónica, déficit de magnesio, alcoholismo. El signo más común de hipocalcemia es "irritabilidad neuromuscular". La función de los nervios y músculos está directamente relacionada con los niveles de calcio en la sangre. Un déficit de calcio puede resultar en espasmos o fasciculaciones., Si los resultados de los análisis de sangre indican hipocalcemia, podrá notar calambres musculares en las piernas o en los brazos. Los síntomas de hipocalcemia dependen de la velocidad (rápida o lenta) en que se produce la caída de los niveles de calcio en la sangre. Ante niveles prolongadamente bajos de calcio en sangre es posible que no tenga síntomas de hipocalcemia o solo note entumecimiento y escozor en los dedos, sin embargo, con una caída brusca o repentina en el nivel de calcio en sangre, es posible que note más temblores.

Hierro:Es uno de los prinicpales oligoelementos de nuestro organismo ya que interviene en la formación de la hemoglobina y de los glóbulos rojos, como así también en la actividad enzimática del organismo. Dado que participa en la formación de la hemoglobina de más esta decir que transporta el oxígeno en sangre y que es importante para el correcto funcionamiento de la cadena respiratoria Las reservas de este mineral se encuentran en el hígado, el bazo y la médula ósea. El exceso de hierro genera una alta producción de radicales libres que son dañinos a la salud. Su carencia en el organismo puede producir mala síntesis proteica, deficiencia inmunitaria, aumento del ácido láctico, aumento de noradrenalina, menor compensación de enfermedades cardiopulmonares y anemia.

La carencia de hierro se manifiesta en una menor respuesta al estrés, menor rendimiento laboral, alteración en la conducta y mala regulación térmica. Los síntomas más comunes son: palidez, irritabilidad, cansancio. También puede presentarse hipertensión, mareos, falta de concentración, debilidad muscular, pérdida de cabello, zumbidos en oídos, picazón en la piel.

Zinc:
Es un mineral esencial para nuestro organismo. Está ampliamente distribuido en diferentes alimentos. Nuestro organismo contiene de 2 a 3 gr. de zinc. Más del 85% del total de zinc presente en nuestro organismo de deposita en los músculos, huesos, testículos, cabellos, uñas y tejidos pigmentados del ojo. Se elimina principalmente en las heces a través de secreciones biliares, pancreáticas e intestinales. Colabora con el correcto funcionamiento de la glándula prostática y el desarrollo de los órganos reproductivos. Previene el acné al regular la actividad de las glándulas sebáceas. Interviene en la síntesis proteínas, en la síntesis de colágeno, la respuesta frente al estrés, promueve la cicatrización de heridas, intensifica la respuesta inmunológica del organismo, es protector hepático, es fundamental para formar los huesos, forma parte de la insulina, es un potente antioxidante natural ya que es un componente de la enzima antioxidante superoxidodismutasa, aumenta la absorción de la vitamina A, interviene en el normal crecimiento y desarrollo durante el embarazo, la niñez y la adolescencia, ayuda a mantener los sentidos del olfato y del gusto y ayuda a mantener las funciones oculares normales.
Su valor por exceso puede provocar náuseas, vómitos, pérdida del apetito, cólicos, diarreas y dolores de cabeza. Si se ingieren dosis excesivas de zinc durante mucho tiempo, podrían presentarse trastornos como nivel deficiente de cobre, poca inmunidad, y bajos niveles de colesterol HDL (el colesterol "bueno"). Su valor por defecto se traduce en una pérdida de apetito, disminución de la sentido del gusto y el olfato, disminución de la función inmune, la curación lenta de las heridas y llagas en la piel.

Selenio:
Es un oligoelemento esencial, lo que significa que el cuerpo tiene que obtener este mineral en el alimento que se consume. Las pequeñas cantidades de selenio son buenas para su salud. Ayuda al cuerpo a producir proteínas especiales, llamadas enzimas antioxidantes, las cuales juegan un papel en la prevención del daño celular. También ayuda al cuerpo a protegerlo después de una vacuna. Algunos estudios médicos sugieren que el selenio puede ayudar con las siguientes afecciones, pero se necesitan más estudios.

Sirve para prevenir ciertos cánceres, enfermedades cardiovasculares, ayuda a proteger al cuerpo de los efectos tóxicos de los metales pesados y otras sustancias dañinas e incrementa la fertilidad (especialmente en los hombres, ya que se ha demostrado que este mineral aumenta la producción de semen y la motilidad de los espermatozoides).
Su valor por exceso puede provocar intoxicación y síntomas como caída del pelo, malformaciones de uñas, cirrosis e incluso la muerte. Su déficit puede provocar deterioro cognitivo, caída del cabello, dolores musculares o una función inmune deficiente.

Fósforo:
Este macromineral está presente en todas las células y fluidos del organismo. Su presencia en el organismo ronda los 650 mg. El fósforo interviene en la formación y el mantenimiento de los huesos, el desarrollo de los dientes, la secreción normal de la leche materna, la división de las células, la formación de los tejidos musculares y el metabolismo celular, entre otras funciones. Se puede incorporar al organismo a través del consumo de carnes, huevos, lácteos, frutos secos, granos integrales y legumbres. La forma natural de eliminación del fósforo del organismo es a través de la orina. El fósforo y el calcio se encuentran en equilibrio en el organismo, ya que la abundancia o la carencia de uno afecta la capacidad de absorber el otro.

El exceso de fósforo, produce menor asimilación de calcio Se ha comprobado que la ingestión frecuente de antiácidos (sustancia que regula la acidez estomacal) genera una falta de este macromineral en el organismo. Los síntomas de la disminución del fósforo en la sangre (hipofosfatemia) son: decaimiento, debilidad, temblores y disartria (dificultad de la expresión oral del lenguaje debida a trastornos del tono y del movimiento de los músculos fonatorios, secundaria a lesiones del SNC), y en algunos casos anorexia y desórdenes respiratorios.

Potasio:
Es el mineral que aparece en mayor cantidad en el organismo después del calcio y del fósforo y que siempre aparece asociado con el sodio. Este macromineral mantiene la presión normal en el interior y el exterior de las células, regula el balance de agua en el organismo, disminuye los efectos negativos del exceso de sodio y participa en el mecanismo de contracción y relajación de los músculos (sobre todo en los pacientes cardíacos). El potasio se encuentra presente en: granos, carnes, vegetales, frutas y legumbres.
Su exceso en el organismo puede estar provocado por un mal funcionamiento de los riñones o una carencia de calcio. Con frecuencia, no hay síntomas con los niveles altos de potasio. Los síntomas que se pueden presentar abarcan, náuseas, pulso lento, débil o ausente, desmayo repentino, cuando las palpitaciones son muy lentas o incluso se detienen. Su defecto en el organismo casi siempre viene determinado por dietas estrictas en calorías, vómitos, diarreas, transpiración aumentada, pérdidas excesivas por uso de diuréticos y quemaduras.

Los síntomas que indican su ausencia son inmediatos, y se muestran como: debilidad muscular, náuseas, vómitos, irritabilidad y hasta irregularidad cardíaca. El consumo excesivo de café, té, alcohol y/o azúcar aumenta la pérdida de éste a través de la orina.

Magnesio:

Este macromineral es componente del sistema óseo, de la dentadura y de muchas enzimas. Participa en la transmisión de los impulsos nerviosos, en la contracción y relajación de músculos, en el transporte de oxígeno a nivel tisular y participa activamente en el metabolismo energético. Las fuentes de magnesio son el cacao, las semillas y frutas secas, el germen de trigo, la levadura de cerveza, los cereales integrales, las legumbres y las verduras de hoja. También se encuentra, pero en menor cantidad, en carnes, lácteos y frutas. Su absorción se efectúa a nivel intestinal y los elementos de la dieta que compiten con su nivel de absorción son el calcio, el fósforo, el oxalato, las fibras y algunos ácidos grasos (lípidos).
Su exceso en el organismo viene dado en muy raras ocasiones por fallas renales, se debe ser muy cauteloso para evitar la retención de este mineral. Lo más común es que el exceso de magnesio se produzca por la suministración como medicamento. Su defecto en el organismo no suele darse pero las deficiencias suelen darse en casos de alcohólicos crónicos, cirr{oticos hepáticos, personas con mala absorción, vómitos severos, acidosis diabética y el abuso de los diuréticos. Su ausencia se refleja por la aparición de calambres, debilidad muscular, náuseas, convulsiones, fallas cardíacas, aparición de depósitos de calcio en los tejidos blandos, irritabilidad, memoria deficiente y confusión.
Continuará.........

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