Una alimentación sana; salud o enfermedad



"Que tu alimento sea tu medicina  o que tu medicina sea tu alimento".
Hoy día se sabe que una de las razones por la que se puede (una de ella) desarrollar cáncer, diabetes, problemas severos de alergias e incluso problemas digestivos graves, es la acidificación de nuestro organismo.
A esta conclusión llegó en la década de los años 20 del siglo pasado el médico alemán Otto Heinrich Warburg y reflejado en un post escrito en este blog hace algún tiempo De cancerígena importancia.
Aún así y por "causas un poco dudosas" este descubrimiento no ha llegado de la manera que se merece, al conocimiento popular por muy importante que sea el acontecimiento ni que desde este suceso hayan pasado más de 80 años a día de hoy.

En la actualidad las enfermedades que origina la prosperidad, es decir las enfermedades relacionadas con la civilización, suponen un gasto al sistema sanitario de un 30% de su presupuesto. Según cálculos de la OMS (Organización Mundial de la Salud), actualmente hay 1700 millones de personas obesas y la obesidad es uno de los principales factores de riesgo para la aparición de la diabetes de tipo 2. Por tanto, actualmente tenemos aproximadamente 285 millones de diabéticos, y el consumo de carne es sin duda un factor determinante para el desarrollo de esta enfermedad.

Las consecuencias que tiene la alimentación sobre la salud y la enfermedad han sido investigadas durante años por el profesor Klaus Letizmann, director del Instituto de Ciencias de la Alimentación en la ciudad alemana de Gießen y autor de varios libros sobre alimentación. De sus investigaciones relacionadas con el consumo de carne, se desprende sin lugar a dudas que los alimentos cárnicos en parte constan de sustancias nocivas para el ser humano, por ejemplo: el colesterol se encuentra en los alimentos cárnicos, las grasas saturadas se encuentran predominantemente en los alimentos de origen animal, y por lo general en los alimentos de origen animal se encuentran más purinas, las que por último, a través del metabolismo, pueden producir gota. Cada día más científicos y médicos observan una relación directa entre el consumo elevado de carne y las enfermedades relacionadas con las articulaciones. Por otra parte existen más de 100 estudios que se ocupan de la relación entre el consumo de carne y la aparición de tumores. La relación más común se produce con el cáncer de recto y de intestino grueso, y es la cantidad diaria consumida, la que determina el riesgo de padecer estas enfermedades. Sobre el cáncer de estómago se ha demostrado que con un consumo de 100 gramos de carne al día, existe 5 veces más riesgo de contraer esta enfermedad que si se suprimiera de la dieta diaria.

Argentina y Uruguay están entre los países de mayor producción y consumo de carne vacuno da la Tierra, y justamente estos países cuentan también con el mayor índice de cáncer de mama y de intestino. Existen indicios al respecto, por ejemplo que el hierro en la hemoglobina favorece la formación de radicales libres y estos perjudican el ADN. Luego existen asociaciones llamadas aminas heterocíclicas e hidrocarburos aromáticos policíclicos, que son sustancias químicas que surgen por ejemplo al asar y al freír la carne, y esas asociaciones dan lugar a mutaciones en la herencia genética, lo que por su parte puede producir cáncer.



SEGÚN MEDICINA DEL SISTEMA: "AUNQUE LA CARNE ACIDIFICA LA SANGRE Y PRODUCE CÁNCER, DIABETES, INFARTOS, OBESIDAD, ALERGIAS... ¡¡HAY QUE COMERLA PORQUE TIENE PROTEINAS!!

Pero nadie nos ha dicho que también se encuentran proteínas (importantes en transformar el alimento en energía) en el reino vegetal. 
Algas marinas, principalmente la spirulina. Legumbres. Frutos secos. Quinua o quínoa. La soja y sus derivados. Tofu. Tempeh. Salsas de soja. Germinados de soja. Bebida y postres de soja. El seitán. Levadura de cerveza, etc.

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