¿Para que sirven?


Algunas partes del cuerpo como el apéndice, las muelas del juicio o el cóccix son vestigios de antiguos órganos que la evolución ha desechado, según se hacen eco en una información de abc.es, a través de bitacoras.com.

Algunas partes del cuerpo humano no sirven para nada. Como resultado de una evolución de miles de años, el hombre ha desarrollado capacidades como andar erguido o tener pulgares oponibles, de modo que ha ido perdiendo todas aquellas características primitivas que ya no le servían.

Sin embargo, algunas de ellas persisten, tal como recoge abc.es que cita el blog `marcianos.com', donde recopilan veinte vestigios del pasado que resultan inútiles en el cuerpo humano.

Las muelas del juicio es uno de esos ejemplos de órganos que hoy son inútiles ya que no se necesitan si se tiene en cuenta la dieta que se sigue hoy en día. Sólo el 5% de la población mantiene los cuatro cordales en perfecto estado.

Los músculos extrínsecos del pabellón auricular, que permiten a algunas personas mover las orejas, el órgano vomeronasal (asociado a la detección de feromonas), o el conjunto de costillas heredadas de los reptiles que posee menos del 1% de la población en su cuello son otros restos de la evolución que se ha quedado anclada en algunos seres humanos.

Otros órganos, como el apéndice o los dedos de los pies, tienen alguna función residual, estudiada y también discutida.

Si quieres conocer con detalle la lista de partes del cuerpo que apenas utilizamos, visita abc.es.

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