El reino vegetal "PIENSA"



Cuando he escuchado, en un sin fin de ocasiones, los motivos por los cuales los vegetarianos o veganos no comen carne, desde mi humilde percepción, de lo que cada uno considere "seres vivos", siempre he considerado que, al comernos una lechuga o un calabacín, también estamos comiéndonos a un ser vivo, ¿o no?

Una lechuga también respira, nace, crece, se reproduce y muere, al igual que el resto de los seres vivos que habitan este planeta.
Desde hace mucho tiempo cada vez que he hablado de este tema con alguna persona que no come carne, su respuesta ha sido "que no se habla de seres vivos sin más, sino de todos aquellos que posean inteligencia". 

Hombre!!!!!! yo me considero omnívora y totalmente en contra de que se "juegue" con la comida incluso mucho antes de que éste llegue al plato, es decir, estoy en contra de los toros o de cualquier tipo de fiesta popular en la que se haga sufrir a los animales.
Pues ahora resulta que, al igual, tampoco estaba tan equivocada. Te voy a dejar un dato y sinceramente es muy interesante.

Claro, por supuesto que cada uno puede comer lo que quiera y como quiera, de hecho pienso que cuando comemos frutas, verduras y hortalizas lo deberíamos hacer sin cocer, puesto que la cocción "envenena" los nutrientes de estos alimentos.

Según STEFANO MANCUSO (PIONERO EN EL ESTUDIO DE NEUROBIOLOGIA DE LAS PLANTAS), éstas son organismos inteligentes, pero se mueven y toman decisiones en un tiempo más largo que el del hombre.


Hoy sabemos que tienen familia y parientes y que reconocen su cercanía. Se comportan de manera totalmente distinta si a su lado hay parientes o hay extraños. Si son parientes no compiten: a través de las raíces, dividen el territorio de manera equitativa.

Las plantas requieren luz para vivir, y para que una semilla llegue a la luz deben pasar muchos años; mientras tanto, son nutridas por árboles de su misma especie, por lo que un árbol puede, voluntariamente, mandar savia a una planta más pequeña

Los cuidados parentales sólo se dan en animales muy evolucionados y es increíble que se den en las plantas.

En una selva todas las plantas están en comunicación subterránea a través de las raíces. Y también fabrican moléculas volátiles que avisan a plantas lejanas sobre lo que está sucediendo. Por lo que se desprende que entre ellas existe una comunicación perfecta y ese ejemplo se puede entender de la siguiente manera; cuando una planta es atacada por un patógeno, inmediatamente produce moléculas volátiles que pueden viajar kilómetros, y que avisan a todas las demás para que preparen sus defensas.

Esas defensas actúan cuando las plantas producen moléculas químicas que las convierten en indigeribles, y pueden ser muy agresivas. Hace diez años, en Botsuana introdujeron en un gran parque 200.000 antílopes, que comenzaron a comerse las acacias con intensidad. Tras pocas semanas muchos murieron y al cabo de seis meses murieron más de 10.000, y no advertían por qué. Hoy sabemos que fueron las plantas. Cuando se dieron cuenta de la predación masiva que existía por parte de estos antílopes, las plantas aumentaron hasta tal punto la concentración de taninos en sus hojas, que se convirtieron en un veneno.

Es difícil decir si las plantas son empáticas con otros seres vivos, pero hay una cosa segura: las plantas pueden manipular a los animales. Durante la polinización producen néctar y otras sustancias para atraer a los insectos. Las orquídeas producen flores que son muy similares a las hembras de algunos insectos, que, engañados, acuden a ellas. Y hay quien afirma que hasta el ser humano es manipulado por las plantas.

Es decir, todas las drogas que usa el hombre (café, tabaco, opio, marihuana) derivan de las plantas, ¿pero por qué las plantas producen una sustancia que convierte a humanos en dependientes? Porque así las propagamos. Las plantas utilizan al hombre como transporte. Hay investigaciones sobre ello.

Si mañana desaparecieran las plantas del planeta, en un mes toda la vida se extinguiría porque no habría comida ni oxígeno. Todo el oxígeno que respiramos viene de ellas. Pero si nosotros desapareciéramos, no pasaría nada. Somos dependientes de las plantas, pero las plantas no lo son de nosotros. Quien es dependiente está en una situación inferior, ¿no?

Las plantas son mucho más sensibles. Cuando algo cambia en el ambiente, como ellas no pueden escapar, han de ser capaces de sentir con mucha anticipación cualquier mínimo cambio para adaptarse.
Ellas perciben y lo hacen puesto que cada punta de raíz es capaz de percibir continuamente y a la vez como mínimo quince parámetros distintos físicos y químicos (temperatura, luz, gravedad, presencia de nutrientes, oxígeno).

En cada punta de las raíces existen células similares a nuestras neuronas y su función es la misma: comunicar señales mediante impulsos eléctricos, igual que nuestro cerebro. En una planta puede haber millones de puntas de raíces, cada una con su pequeña comunidad de células; y trabajan en red como internet.

Se puede decir que se ha encontrado el cerebro vegetal y que es su zona de cálculo. La cuestión es cómo medir su inteligencia. Pero de una cosa estamos seguros: son muy inteligentes, su poder de resolver problemas, de adaptación, es grande. Hoy sobre el planeta el 99,6% de todo lo que está vivo son plantas.

De las plantas sólo conocemos el 10% de lo que realmente existe y "ojito al dato" pues de este "insignificante" porcentaje, tenemos todo nuestro alimento y la medicina. ¿Qué habrá en el restante 90%? A diario, cientos de especies vegetales desconocidas se extinguen. Tal vez poseían la capacidad de una cura importante, no lo sabremos nunca. Debemos proteger las plantas por nuestra supervivencia.

Algunos comportamientos son muy emocionantes. Todas las plantas duermen, se despiertan, buscan la luz con sus hojas; tienen una actividad similar a la de los animales. Filmé el crecimiento de unos girasoles, y se ve clarísimo cómo juegan entre ellos. Dijo Stefano Mancuso

Y resulta que, parece ser, que juegan, que se divierten entre ellas ya que establecen el comportamiento típico del juego que se ve en tantos animales. Cogimos una de esas pequeñas plantas y la hicimos crecer sola. De adulta tenía problemas de comportamiento: le costaba girar en busca del sol, le faltaba el aprendizaje a través del juego.

A partir de ahora, deberían los vegetarianos también cuestionar si el hecho de comerse una ensalada, no será una masacre vegetal.

2 comentarios:

  1. Me ha gustado la entrada, pero algo tendremos que comer no? xD
    Con las piedras no sobreviviríamos, que no somos comepiedras xD

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  2. Querido Lansy, pues sinceramente tiene usted mucha razón :-) la verdad es que ya no sabe uno que comer. Entre alimentos transgénicos, los pollos hormonados, las vacas locas, las aves con su fiebre,las lechugas pensantes y, seguramente, un largo etc, ahora la verdad, es que lo que me preocupa es lo mismo que te preocupa a ti, ¿qué podemos comer? o mejor aún ¿qué debemos comer?.
    De momento lo de las piedras tampoco me hace mucha gracia, no.
    Un saludo enorme.

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